El Canto de María del Silencio
Son caballos salvajes que se fusionan en cabellos, en sonrisas, en labios brillosos y vivos. He decidido aguantar bajo el amparo de la paz y no dejar que me ahogue lo absurdo. No más segundos perdidos. No más gritos reprimidos. Porque el viento es viento y así es el sentimiento, infantil, sincero. Ahora el rey es el silencio, no hay que decir nada de más. La voz es preciosa y tan fatídica que a veces un solo susurro derriba el cielo.
Aunque creamos que en algún momento se nos va a escapar la perfección del instante, debemos correr detrás de aquella certeza perdida que dice que la existencia es solo esto: una luz en el firmamento. Si no siempre puedes tomar el autobús más cercano y esperar a que el destino destruya el tiempo. …..