sábado, 17 de enero de 2009

noche sincera

Noche sincera


Noche sincera,
¿Quién te espera hoy?
Me he convertido
en tu viento y tu frío.
Si grito al tiempo:
todo es la misma cosa!!”
Y cierro mis ojos,
¿Quién me escuchará?

Las letras se transforman
en clamores de dulce sabor.
Se deja atrás la carga
para poder meditar.
Meditar en tu seno,
por la paz y la bondad,
que el mundo encuentre
al fin su luminosidad.

Noche sincera
me dispongo a orar,
por cada ser
inerte o vertebrado,
que en samsara ha de nadar.
Noche sincera,
me empiezo a alejar.
He encontrado el camino
que el sufrimiento ha de acabar.
javier a.

viernes, 9 de enero de 2009

la vida, la vida.



“Como una estrella fugaz, como una burbuja en un torrente,
Como una llama al viento, como la escarcha bajo el sol,
Como un destello de luz o un sueño fugaz,
Así debemos entender el mundo del ego."

Sutra del diamante.



La vida, la vida. Sacudida por terremotos y por caballos salvajes que perdieron su afecto hacia cualquier cosa y hacia cualquier apego. Así va mi vida, así de perdida. Perdida entre las arenas del no-tiempo que han utilizado el paso de los ilusos momentos para construir en plenitud su propia comunión con Dios. 


 La palabra del monje se tatúa entre las rocas, la verdad única no discrimina ni contamina, no aferra ni esclaviza. La verdad única vuela por la nada de la nada, compuesta por la falta de concepto y la llenura de compasión. Mi alma vagaba y vagará, pero alguien le ha despertado su instinto de pureza.

 Ese alguien es el viento, el océano del intento, que me ha elevado desde el coxis para entender el sufrimiento. Y así, solo así, liberarme de él y de su eterna presencia, a través de la búsqueda de la liberación de cada ser, ya sea que respire o que solo espere en silencio. La única manera de alcanzar mi liberación propia y la búsqueda de la salvación del todo.


 Como Subhuti lo entendió millones de años atrás, ahora mi alma reposa en la ausencia. No quiero ser un santo, ni un filósofo ni un héroe. Mi destino se centra en unificarme con la nada, la madre del etéreo vacío, sin esperar cosa alguna del mañana o del ayer. Mi esencia es libre hoy y solo hoy.
Javier Arce





domingo, 4 de enero de 2009

so'ham

Hombre Triste




Un día caminé la arena
sin ver hacia atrás.
Me encontré solo,
dispuesto a volar.

Cansado del viaje
me senté a admirar
como el sol sangraba
su rostro en el mar.

Pasó el tiempo
y con el llegó un hombre.
Rostro quemado de tanto andar,
manos tatuadas manchadas del mal.

Su cuerpo se unió
a la blanca arena
y un cigarillo nos
dispusimos a fumar.

El sol no quería
parar de sangrar,
su rostro con lepra
aún flotaba en el mar.

Pasó el tiempo
y el hombre quiso hablar.
De su infinita tristeza
me empezó a contar.

Su historia maldita
de un pasado desigual.
Destruido por piedras,
por ganas de matar.

No sé como
los dos empezamos a llorar.
A destruir el destino
por su deseo de aniquilar.

Historias diferentes
unidas ahora por la paz.
La eterna lucha propia
de los seres con su ansiedad.

Cayó la oscuridad
y decidí marchar,
no sin antes
sus lagrimas secar.

El hombre triste
se empezó a alejar
dejando atrás auras
de sus ganas de amar.

De amarse a si mismo,
de amar sin dudar.
De encontrarle un sentido
a tanto clamar.

San Juan del Norte
lo espera al final.
El cementerio
y origen de su libertad.

El hombre triste,
el hombre del mar.
Orgullo de una tierra
de tanto pesar.








Luna de día



Luna de día,
esperando a su guía.
Triste, sola, perdida,
así vagas sus días
la luna aturdida.

De pronto cae la noche,
no sin antes ver,
la sangre del sol
manchar el atardecer.

Como manchas de vino buscando placer,
cuando la luna reposa el día
descansa su alma y
despliega los mapas de todas sus vidas.

Es ahí donde ya no hay lucha.
Lucha contra su naturaleza,
lucha siempre perdida.
El origen de la resignación a brillar.


Cuando la penumbra
Se transforma en abrigo.
Luna de día
extinguiendo tristezas.







javier arce