martes, 23 de diciembre de 2008

el hombre sin fe

El Hombre Sin Fe


El misterio del vino
y su inmenso conocer
han tomado mi alma
sedienta de correr.
Correr con el viento,
correr sin volver.
Solo ver desfilar
las efusiones de mi sed.

Y es que tanta tristeza
habita en mi Dios
carente de pan
y hambriento de amor.
Me pican las alas
de no renacer,
de no ser libre entre
tanto caer.

Me llaman el triste,
el hombre sin fe.
El que deja el burdel
buscando placer.
Sexo con el tiempo,
sexo sin ver
la obsesión de explicar
del todo el porqué.

Bendita mi alma
entre tanto llover,
entre tanta materia
y entre tanto que ser.
Moriré de soledad
de pasión y de humos,
de tratar de ser siempre uno
con el amanecer.

javier arce

domingo, 21 de diciembre de 2008

hombre viejo

HOMBRE VIEJO




"Doce arcanos
fumándose doce cigarrillos
en la doce, a las doce, del doce".





Hombre viejo, 
¿Adonde vas?
Necesito preguntarte
que sabes
de tanta angustia
y de tanto andar.

A donde va a parar
el dolor
después de tantos años
de rezar y clamar.
Si el viento siempre sopla
después de tanto volar.


Te ruego explicar
si existe el amor
después del impuro amar.
Si se despierta
la conciencia
después de todo este pecar.

Hombre viejo,
¿Por qué te vas?
Estoy cansado
de preguntar
si existe la cura
para esta enfermedad.
J.A


viernes, 19 de diciembre de 2008

domingo, 7 de diciembre de 2008

la noche del 7


                                                                                     
La noche del 7




Con la gata sobre mis piernas lamiendo su intimidad.
Con el humo denso que viene desde el techo.
Con la lluvia ingrata que presume de su belleza.
Con el recuerdo constante del ayer intenso.

Así llegué ahora a sentarme frente al destino.

Le dije a ella que todo iba a estar bien.
Mi hoy me permitió responderle, prometérselo.
De la otra me despedí cinco veces ayer,
para luego perder la conciencia en un automóvil satín.

Así llegué yo a jugar al póquer con el destino.

Un implacable incendio despertó mi ser
de los escorpiones perdidos que querían comer.
Todo es tan carnal, tan natural..
Iluso el que piensa que se puede volar.

Y es que con esa frase me recibió el destino.

No me dejó responder, gritar o demoler.
No se me permitió moverme más que para ver
que todas las cosas tienen su razón de ser.
Se descubrió también mi as bajo el traje de piel.

Y así fue como me derrotó el destino.

Pero por la puta madre,
yo nunca me rendí.
Así debía yo de entender,
que en esta vida
del destino no se puede correr. 
.


Javier Arce.