Desertor
Que si, te digo que si.
Hoy el día esta azul,
perdido, queriendo sudar.
El viento huele a mujer,
culpa tuya o mía
que siempre somos uno al final.
Que no, te digo que no.
No puedo vivir sin ser soledad,
prófugo, hombre de sal.
Miro a la gente convertirse en río,
cantar desde el alma,
llegar al infinito mar.
¡Tus manos dentro del aire
que el zetillero se va a escapar!
Tienes que entenderlo ahora
o pagarme mi libertad.
Triste mujer
de tristes manos.
La tristeza es felicidad
cuando encontramos en lo absurdo
el paraíso del mas allá.
J.a
domingo, 4 de octubre de 2009
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1 comentario:
La tristeza es felicidad
cuando encontramos en lo absurdo
el paraíso del mas allá.
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