Para M.P
La carta más sincera del mundo
Dicen que el hombre escribe cuando se empieza a sentir solo. Enciende un cigarrillo y luego otro. Se mueve entre escenarios vacíos acompañado por su sombra, redactando versos que le roban el alma en un solo respiro. Y yo no soy la excepción desde que conocí el amor, que me hace bien tanto como hace mal.
Le he pedido al limbo que me deje ser parte de tu cuerpo, se lo he suplicado. Van pasando los días y la respuesta baja lentamente en sílabas. Pero yo no soy una persona paciente, o eso pretende mi cabeza. ¿Qué es lo que me mueve hacia a ti? ¿Qué es lo que mantiene esto vivo, latente? Tus pensamientos son rosas en medio de un jardín perdido. Me he vuelto adicto a su olor, incluso a su sabor. Todos los pequeños instantes y momentos de piel, junto con las largas conversaciones sobre el abismo hacen de nuestro presente un sendero sin final. Un sendero que no pierde su luz, aunque lo amenace la más oscura noche.
Te has convertido en todo lo que había perdido. Esas noches sin dormir, esos deseos por sobrevivir. He perdido el miedo al paso del tiempo y eso ha permitido que extraños escriban poemas sobre mi existencia efímera. No más mentiras debajo de la cama, la culpa se fue con el viento.
Y así de valiente es el amor, que hoy, aquí, me mantiene vivo. Respira esta libertad que nos han regalado y no dejes jamás que la cabeza confunda lo real entre aguas sin brillo.
Respira este amor.
Respira conmigo.
Dicen que el hombre escribe cuando se empieza a sentir solo. Enciende un cigarrillo y luego otro. Se mueve entre escenarios vacíos acompañado por su sombra, redactando versos que le roban el alma en un solo respiro. Y yo no soy la excepción desde que conocí el amor, que me hace bien tanto como hace mal.
Le he pedido al limbo que me deje ser parte de tu cuerpo, se lo he suplicado. Van pasando los días y la respuesta baja lentamente en sílabas. Pero yo no soy una persona paciente, o eso pretende mi cabeza. ¿Qué es lo que me mueve hacia a ti? ¿Qué es lo que mantiene esto vivo, latente? Tus pensamientos son rosas en medio de un jardín perdido. Me he vuelto adicto a su olor, incluso a su sabor. Todos los pequeños instantes y momentos de piel, junto con las largas conversaciones sobre el abismo hacen de nuestro presente un sendero sin final. Un sendero que no pierde su luz, aunque lo amenace la más oscura noche.
Te has convertido en todo lo que había perdido. Esas noches sin dormir, esos deseos por sobrevivir. He perdido el miedo al paso del tiempo y eso ha permitido que extraños escriban poemas sobre mi existencia efímera. No más mentiras debajo de la cama, la culpa se fue con el viento.
Y así de valiente es el amor, que hoy, aquí, me mantiene vivo. Respira esta libertad que nos han regalado y no dejes jamás que la cabeza confunda lo real entre aguas sin brillo.
Respira este amor.
Respira conmigo.
“Ojo al ramo nena,
Las flores se caen,
tienes que parar.”
L.A. Spinetta
Las flores se caen,
tienes que parar.”
L.A. Spinetta
Javier Arce
1 comentario:
javi q lindo q sos
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